domingo, 24 de octubre de 2010

VERÓNICA ELIZALDE: Alrededor y más allá de CALLEJEROS / Una experiencia pedagógica*

Disponible para descarga en formato PDF.


Voces, sólo voces, como ecos...

CALLEJEROS


(Presión, show, presión, Cromañón, presión, bengala, presión, fuego, presión, muertes.)

“Presión” es el segundo disco de CALLEJEROS que salió a la venta en el año 2003 y que quizás logró una mayor popularidad en el año 2004 con lo ocurrido en Cromañón. Pero no podemos negar que este grupo es uno de los tantos elegidos por los jóvenes y que actualmente forma parte del acervo colectivo de gran parte de ellos.

Viendo y considerando estos presupuestos, la presente propuesta fue planificada para los alumnos de 7º año de la escuela primaria con el objetivo de ejercitar la percepción auditiva de los mismos ante una canción difundida por los medios masivos de comunicación. Fue desarrollada, primero, en la escuela pública Nº 382 “Domingo F. Sarmiento” de la localidad de Ramona (pueblo de 1700 habitantes aprox., a 25 km del límite con Córdoba), y después, en una escuela privada del centro de la ciudad de Santa Fe: el Liceo Militar “General Belgrano”.

La elección de la canción se realizó a partir de una ficha de audición en la que se pedía a cada alumno que, luego de escuchar diferentes músicas, las clasificara por género o estilo (jazz, rock and roll, heavy metal, folklore, clásica, tango, hip-hop, rock argentino, etc.) y que anotara, a modo de posdata, cuáles eran sus canciones e intérpretes favoritos. Aproximadamente el 85% contestó que le gustaba la canción “Una nueva noche fría” del grupo CALLEJEROS (esto ocurrió en los dos establecimientos elegidos). Esto me sirvió de pauta para organizar algunas clases destinadas al sondeo de la capacidad de escucha y comprensión interpretativa de los alumnos.

La ficha de audición fue la siguiente:


En la primera clase, los alumnos escuchaban la canción “Una nueva noche fría” del grupo CALLEJEROS mientras casi todo el grupo la cantaba de memoria. Con la transcripción de la letra en mano, les pregunté, al finalizar la escucha, de qué habla la canción. Profundo silencio. Luego de varias preguntas tirabuzón, uno de los alumnos dijo que la canción hablaba “de una noche fría”... en fin, algo es algo. Pero me llamaba poderosamente la atención que la conozcan de memoria sin saber lo que estaban cantando.

Continuamos nuestra mayéutica musical: ¿Por qué les gusta?, pregunté; las respuestas fueron: “por el ritmo”... “por la melodía”... “no sé”... “qué se yo”...; ¿Qué es lo que les llama la atención de la canción? La respuesta general fue “no sé”; ¿Saben a qué disco pertenece la canción? ¿Tienen el CD Presión? (Sólo uno de los veinte alumnos afirmó tener el CD original; el resto, la copia en mp3); ¿Dónde la escuchan? “En programas de televisión”... “en la radio”...; ¿De qué año es la canción? “No sé”... “no sé”. (Entonces, me pregunté a mí misma: ¿acaso no les interesa saber nada acerca de lo que escuchan?).

En una segunda audición la consigna fue que mientras escucharan, cantasen sobre la grabación prestando atención al texto e intentasen comprenderlo. Al finalizar la escucha varias manos se levantaron para comentar sus interpretaciones. Las respuestas dadas fueron variadas: algunos detectaron por lo menos de qué se trataba y otros siguieron repitiendo sólo el título de la canción: “... habla de una noche fría”. Las carcajadas festejaban los comentarios desopilantes y un silencio atento premiaba las lecturas serias. Al hallarme con tantas respuestas dispares, les pregunté: “Al final, ¿escuchamos todos la misma canción?” Yo lo dije en serio, sin embargo ellos se rieron como si hubiera dicho un chiste.

Tras una tercera audición, nos pusimos a trabajar en la estructura y la forma musical. En un gráfico de línea temporal detectamos las partes de la canción (Introducción, Estrofas, Estribillo, Interludios) y los instrumentos utilizados en la misma. A continuación, nos detuvimos a escuchar la voz del cantante y casi todos concordamos en que no es un timbre muy agradable. Para terminar, les pregunté si conocían la historia del grupo y su discografía. Vi que en general no; sólo uno de ellos recordó que Callejeros tuvo “algo que ver con Cromañón” (sic), pero no supo explicar bien de qué se trataba.

Finalizamos la clase conversando acerca de las nuevas interpretaciones que resultaron de haber analizado la letra y la música. Luego de cantar la canción, les pedí que para el próximo encuentro trajesen información sobre la historia y la discografía del grupo, para así situar la canción en su contexto histórico y social. Aquí lo asombroso fue cómo ellos se rieron de sí mismos.

La segunda clase trabajaron con los materiales que trajeron del grupo CALLEJEROS. Organizados en grupos de entre 3 y 4 integrantes, realizaron una selección del material de acuerdo con las consignadas dadas: realizar una breve reseña del grupo (quiénes lo integran, historia de surgimiento del grupo, de qué lugar provienen, etc.). A partir de allí, se destinó la clase para intercambiar los hallazgos de cada grupo, realizando un pequeño muestreo a través de collages de frases y textos provenientes de las canciones.

En la tercera clase trabajaron a partir del gráfico realizado de la estructura y la forma musical. Divididos en tres grupos escucharon la grabación mientras un grupo marcaba el pulso, otro marcó el acento y otro la subdivisión. La clase estuvo orientada para que finalmente ejecutasen la canción con los instrumentos musicales que se encuentran en la sala. La clase finalizó con la interpretación de la canción.

Para la próxima clase, en grupos de 5 integrantes cada uno debía traer el fonograma con su respectiva letra de alguna canción que les gustara.

Para la cuarta clase, cada grupo presentó su canción elegida. Las clases siguientes fueron organizadas, con acuerdos de los docentes de las áreas de Educación Artística: Plástica, Lengua y Ciencias Sociales, trabajando cada uno desde su espacio curricular. El área de Lengua colaboraba en la comprensión del texto de cada letra de canción seleccionada, el área de Ciencias Sociales ayudaba a la búsqueda del material bibliográfico en lo que respecta a la biografía y al contexto sociohistórico del grupo. El área de Plástica aportaba para la presentación gráfica en la exposición de los alumnos. Por supuesto, desde la música se trabajaba con la ayuda del análisis estructural y formal de la canción, como también con la ejecución de la misma. Les nombro algunos de las canciones elegidas por los grupos: “El ángel de la bicicleta” de León Gieco, “Irresponsable” de Babasónicos, “Imposible” de Callejeros, “Se fue al cielo” y “Fuego” de Intoxicados, “Como Alí” de Los Piojos.


A MODO DE CONCLUSIÓN

A medida que desarrollábamos las distintas actividades planificadas en cada encuentro semanal de aproximadamente 45 minutos de duración, observé con cierta curiosidad los resultados obtenidos. Éstos me permitieron el planteo de otras actividades que permitiesen nuevas experiencias áulicas, a fin de profundizar la reflexión audioperceptiva sobre las canciones y demostrar la potencia relacional inmanente de cualquier fenómeno social, y de las canciones de rock argentino en particular. Desde esta perspectiva, es innegable que los conocimientos que los alumnos tuviesen de otras áreas, como Historia, Comunicación y Lengua, influirían en la “forma de escuchar” una canción.

En el campo rockero argentino de los últimos tiempos, se encuentran producciones de matices muy disímiles, pero que en ningún caso se separan del contexto en el que se inscriben y del cual emergen. Y esto nos permite reflexionar sobre los mecanismos culturales en los que se inscriben los discursos sociales musicales –el rock, la cumbia, el folklore, incluidos– así como plantearnos la escurridiza problemática de la identidad.

Para terminar, y a modo de proyección, cabe comentar que a partir del trabajo con canciones también se abre el juego para analizar videoclips. Conjuntamente con otra compañera de trabajo, proveniente del campo de las Letras, estamos planificando clases para analizar con los alumnos cómo una canción de rock argentino se “transfigura” en imágenes, es decir, cómo letra y música se “traducen” en imagen y sonido.

Esta manera de trabajar conjuntamente con áreas diferentes constituye una puerta de entrada para el tratamiento de cuestiones que tienen que ver con la conformación de identidades, sobre todo la de los sectores juveniles, que son los que mayoritariamente consumen este tipo de producciones mediáticas. El objetivo es, en este caso, abrir un espacio de reflexión sobre lo que los jóvenes consumen diariamente por medio de los medios masivos de comunicación y la manera en que se relacionan con los objetos de consumo.


BIBLIOGRAFÍA

- Aguilar, M. del C. et al. (1999) Análisis auditivo de la música. Sistematización de una experiencia de cátedra y su transferencia a otras áreas educativas. Buenos Aires: Edición de los autores.

- Elizalde, V. - Santomero, L. - Suárez, D. “El discurso videoclíptico: Del constructo narrativo a la formación ideológica”. En Caudana, C. (2007) (comp.) De signos y sentidos / Cuadernos del Proyecto Nº 5: “Intertextos heterogéneos: historias, relatos, narrativas...”. Santa Fe: Editorial Universitaria U.N.L.

- Marchi, S. (2005) El rock perdido. De los hippies a la cultura chabona. Buenos Aires: Le Monde Diplomatique.

- San Martín, P. (2003) Hipertexto. Seis propuestas para este milenio. Buenos Aires: La Crujía.

- Verón, E. (1984) “Semiosis de lo ideológico y del poder” en Rev. Espacios, 1. Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras/UBA: p. 43-51.

- Vila, P. (1996) “Identidades narrativas y música. Una primera propuesta para entender sus relaciones” en Revista Transcultural de Música, 2. URL: www.sibetrans.com/trans/trans2/vila.htm.

- Voloshinov, V. (1976) “El estudio de las ideologías y la filosofía del lenguaje” en El signo ideológico y la filosofía del lenguaje. Buenos Aires: Nueva Visión; pp. 19-27.

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* Ponencia presentada en el Congreso Argentino de Educadores Musicales organizado por el Foro Latinoamericano de Educación Musical (FLADEM) en la Ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, en Octubre de 2007.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La experiencia me parece sumamente interesante, pero hay un punto que como lectora del artículo (y docente de Literatura de escuela secundaria) me llama poderosamente la atención. En el texto se afirma que:

(…) algunos detectaron por lo menos de qué se trataba y otros siguieron repitiendo sólo el título de la canción: “... habla de una noche fría”.

Ahora bien, dado que la actividad no apuntaba sólo a la “capacidad de escucha” (lo que entiendo se relaciona más con la estructura y la forma musical) sino además a la “compresión interpretativa”, me pregunto: ¿de qué trata la canción?, ¿existe algo así como una temática única de la que la canción trata?, de ser así, me parece válido que se explicite cuál es, de acuerdo con el criterio del autor del artículo, dicha temática.
Digo, ¿se habló de que en la canción no se escucha al otro dado que sus voces son sólo ecos y no palabras? ¿por qué?, ¿se habló de la soledad que siente quien enuncia?, ¿por qué se siente prisionero de esa “cárcel de tiza”?, ¿por qué el enunciador esta “duro como un muerto en su tumba”? Sería muy arriesgado pensar en que el consumo de cocaína y sus consecuencias está allí presente como temática, que la canción está plagada de expresiones que apuntan metafóricamente a ese tema. De ser así ¿cómo nos paramos, en tanto docentes, para abordar esta problemática?, ¿contamos con las herramientas para poder abordar estos temas?

Son sólo preguntas, pero está bueno conversarlas para que, como afirma Callejeros, no se “apague el sentido” y se encienda “un silencio de misa”.

Verónica Elizalde dijo...

En el texto narro una experiencia que para mí fue un desafío: trabajar con música que no frecuento (desde siempre escucho rock, pero el que conozco y me gusta es distinto al de CALLEJEROS). En la clase, mi intención fue abrir el juego y basarme en lo que pudieran aportar los alumnos, que habían elegido la canción y que supuestamente manejaban saberes que yo desconocía. La experiencia me indicó que no siempre los oyentes saben desmenuzar lo que ellos mismos eligen consumir. Lo positivo fue el interés por parte de los chicos por conocer más sobre el grupo y sus canciones. Con esto quiero decirte que el objetivo de mi comunicación no era brindar un análisis exhaustivo de la canción "in vitro" sino mostrar una experimentación con rock en el aula, "parándome" a la par de los alumnos para conocer algo más sobre el objeto elegido. Sin dudas, sería buena una profundización (de hecho, te invito a que lo hagas, porque veo que tu lectura del texto de CALLEJEROS es más penetrante que la mía; y, personalmente, las interpretaciones, cuanto más "arriesgadas", mejor). Te recomiendo que veas la nueva entrada sobre INTOXICADOS, donde trabajo en colaboración con una Profesora de Letras. Muchas gracias por tu comentario.